Por Heidi Putscher Basave
El mundo de la música parecería algo muy
apartado del mundo de los negocios, sin embargo existen ciertas cualidades que
poseen los músicos que todo empresario o emprendedor puede aprender para implementarlas
y practicarlas día a día como parte de la cultura corporativa de sus PYMES.
Es un hecho que la música nos atrae, al menos a
la mayoría de nosotros y los músicos son las estrellas, sobre todo los de alto
rendimiento. A veces pensamos que son seres sobre-naturales con un don
especial, tocados por la mano de dios.
Todo lo contrario, este talento que
tanto admiramos no es más que el resultado del trabajo de muchos años de
estudio. Es durante estos años de aprendizaje que los músicos van adquiriendo
cualidades necesarias que bien pueden ser muy útiles para todos los emprendedores y PYMES.
1. SON DISCIPLINADOS Y ENFOCADOS
Al contrario de lo que muchos pensarían, los
músicos son sumamente disciplinados y enfocados a resultados. Son conscientes
que para llegar a dominar su instrumento se tiene que practicar diario. La
constancia en la práctica se vuelve una rutina, una forma de vida que les
permite llegar a altos niveles de desempeño. Saben que si dejan de practicar
por un día, los micro-músculos de los dedos pierden tonicidad afectando su
ejecución musical. Es como cuando vamos al gimnasio y lo dejamos por días o
meses, cuando intentamos retomar, nos es prácticamente imposible, sentimos que comenzamos
de cero.
2. TIENEN METAS AMBICIOSAS
Fija una meta tangible |
3. SON RELAJADOS
Esta cualidad de los músicos llega a
confundirse con pereza o abandono, pero no es así. Una gran parte de los
músicos escogen un tipo de vida más relajada, pues aunque no lo parezca, el
subirse al escenario si bien es gratificante, puede ser muy estresante para la mayoría
de los músicos.
Busca mantener la calma |
Algunos desarrollan técnicas de
relajación a través de respiraciones profundas, semejantes a lo que se practica
en la meditación, otros usan la visualización de imágenes e ideas que inspiren
tranquilidad y paz como ayuda, mientras que otros utilizan la abstracción de la
realidad para ignorar el entorno y enfocarse en su instrumento e
interpretación.
4. VIVEN EN EL PRESENTE
Una cualidad de la música es que esta está en
constante movimiento, es lineal en el tiempo, nunca para, siempre sigue
adelante. El músico no puede darse el
lujo de preguntar a la hora de tocar “qué tal si” o decir “si hubiera hecho esto”. Aun cometiendo
errores, el músico no puede parar, tiene que estar presente en el momento preciso
que está tocando, sintiendo al escenario y a su público, si se preocupa por los
errores del pasado inmediato o incluso sobre lo que podría pasar a futuro, no
estaría en condiciones de actuar. Perder la concentración en el aquí y el ahora
no es una opción para el intérprete, porque la música tiene un ritmo como el
latido del corazón y este no para hasta el último compás.
Vive el presente |
5. BUSCAN LA MEJORA CONTINUA
La mejora continua es algo común en la vida de
un músico, ella está conectada a la ambición y la consecución de metas específicas,
la principal: convertirse en un virtuoso de su instrumento.
Que quiere decir esto, que el músico buscará desarrollar
habilidades o capacidades técnicas que le llevarán a ser un intérprete
extraordinario, con un dominio absoluto de sí mismo y del instrumento.
Esto está conectado estrechamente a la
ambición, pues una cosa no se entiende separada de la otra. Para llegar al virtuosismo
es necesario observar los procesos e incluso mejorar aquellos que impiden un
avance. Por ejemplo, si para alcanzar claridad en la emisión del sonido o un
aumento en la velocidad, el músico puede llegar a adoptar cambios en su postura
corporal o en la posición de los dedos que le permitan obtener una mayor
relajación y soltura.
6. SON EXCELENTES COMUNICADORES Y SABEN
ESCUCHAR
Los músicos saben que la música es un medio de
comunicación y que para poder estar conectados con su público deben transmitir
los mensajes de la manera más eficiente y limpia posible. Para poder ser
excelentes comunicadores los músicos aprenden a escuchar y observar a otros
músicos, no sólo cómo tocan o cómo suena lo que tocan, sino también qué mensajes
transmiten y cómo los transmiten.
La música es algo que toca lo más íntimo del
alma humana y un músico entiende que la ejecución técnica es tan importante como
la parte artística, esta última es el cómo se comunica o cuenta una historia al público. El músico suele analizar la obra para entender lo que el compositor
quiso transmitir para después darle un toque más íntimo y humano a través de su
interpretación, en la que la sensibilidad y empatía llegan a jugar un gran rol.
7. TRABAJAN EN EQUIPO COMO EN LO INDIVIDUAL
Aprende a trabajar individualmente en equipo |
Esta forma de trabajar los hace ser
democráticos, ya que las voces tienen que estar reguladas y mantener un equilibrio
entre sí. A diferencia de una gran orquesta donde podemos decir que el director
es el dictador que puede llegar a imponer su visión sobre el grupo, los
conjuntos de menor dimensión, como bandas o cuartetos, suelen trabajar de una
manera en la que convergen todos los puntos de vista de forma orgánica sin que
se destaque la visión o en este caso el sonido de un instrumento en lo
individual, pues lo que se busca es estar alineados en una visión de conjunto
que realce la belleza de todos los instrumentos para crear una interpretación
magistral.
8. SON EQUITATIVOS E INCLUYENTES
La música al ser un idioma universal tiende a
ser equitativa e incluyente, sin importar la raza, sexo, preferencia sexual,
nacionalidad, nivel socio económico o edad. Lo importante es saber tocar un
instrumento y aún si no se domina un instrumento esto no importará cuando se
está frente a otros músicos experimentados y se quiera divertir o pasar un buen
rato.
De hecho, las orquestas tienden hoy en día a
estar integradas por músicos de todas las nacionalidades, sexo y edades y los
procesos de selección suelen ser más transparentes que en otros tipos de
organizaciones.
Las audiciones se realizan detrás de telón, donde
el jurado desconoce el nombre del
candidato y el intérprete toca su instrumento evaluándose sólo los aspectos musicales
como la calidad del sonido, la destreza e interpretación, entre otros. Con ello
se busca que a la hora de decidir sobre el reclutamiento de nuevos elementos
para las orquestas no existan variables ajenas a la hora de selección que no
sean exclusivamente de tipo musical, pues no se sabe quién audiciona.
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